viernes, abril 24, 2009

LA IMPORTANCIA DE LOS LÍMITES


¿Qué es un límite?
Es un borde, es un no pero también un sí.
Es respeto por el otro.
Es educar, no para ser sumisos sino para tener la capacidad de defendernos.
Es prohibir y dar permisos.
Es transmitir cuidado por uno mismo y por el otro.
Es enseñar a pensar, a diferenciar, a elegir.
Limitar acertada e inteligentemente determinadas conductas de los niños no los traumatiza, por el contrario, favorece su proceso de maduración. Es importante poder poner límites, sin olvidarse en el intento, de respetar la curiosidad de los niños; ya que un mundo sin leyes, sin orden, sin patrones no ayuda a crecer.
¿Cómo manejarnos para poner límites?
No debemos tener miedo a decir NO, no tenemos que sentir culpa por normar, por limitar. Intentemos explicarle al niño el por qué de la negativa o la sanción, respetando su nivel de comprensión.
Es muy factible que ciertas personas por tratar de agradar o por no perder el amor de sus hijos o alumnos, accedan a todo lo que ellos les pidan. Pero a largo plazo no resulta ser una buena estrategia. Puede suceder lo contrario, por querer brindar una imagen de autoridad, retamos constantemente cayendo cada vez en estrategias que no se encuentran eco, ya que por tanto reto y castigo, se pierde el verdadero valor del límite: su eficacia.
La falta de límite, sin lugar a dudas, suele ser la causa de numerosos trastornos infantiles entre otros, la agresividad. Por lo tanto, lo ideal es lograr un equilibrio basado en la comprensión, coherencia y límites claros sin rigidez, arbitrariedades ni autoritarismo. Hay situaciones que uno sabe que no puede permitir, mientras en otras se puede ser mas flexible.
Trabajemos junto a los chicos, para lograr que el día de mañana puedan ser adultos independientes, fuertes, respetuosos y libres.